Nuestro socio Daniel Vaca, nos hace llegar esta hermosa poesía del ilustre poeta y novelista Luis Gutiérrez Valentín, cuyo contenido de gran parte de su obra literaria está basado en la tauromaquia, ha incluido un poema dedicado a los cirujanos taurinos en su último libro publicado hace unos meses y, que lleva por título “Brotes de emociones y sentimientos”
Los cirujanos taurinos
Guaridos con presteza en burladero
presenciáis la faena del maestro,
cada pase los pitones en albero
van siguiendo la seda a todo el diestro
que se enfunda alamares y caireles,
mas el médico vigila el siniestro
cual si viera pintado con pinceles,
al tener recogida en su retina
cuando llega la sangre a unos niveles
que no se sabe si la ciencia dictamina
vida o muerte de un ser que vive o muere;
mas las manos del doctor con su doctrina
propicia el milagro que se quiere,
que es salvar ante todo a una vida
reviviendo lo muerto que se fuere,
milagroso el bisturí, y parecida
a aquello que es tan sobrenatural
que solo alcanza el santo en gran medida.
Valor tienen las manos sin igual
que arterias y hemorragias se controlen
cuando el asta partió la femoral
y produce lesión que contraponen
el vivir o morir tal cual destino,
mas médicos y ciencia se proponen
que la vida prosiga su camino.
Digna, pues, es la suerte de los hombres
que convierten su oficio en este sino,
pues a veces por encima de los nombres,
ideologías, liturgias y de credos,
están seres que llegan a prohombres,
que uno es el que su vida da en los ruedos
y otro el que bien propicia y prevalezca,
por su saber, vencer a los torpedos.
Cada cual en la vida es que parezca
que el destino del hombre no es el mismo
pero cada uno hará que pertenezca
al don que Dios le da en su mecanismo.
Gracias por vuestras artes milagrosas,
sois ángeles de la vida ante el abismo,
en vuestras manos tenéis ya tantas cosas
que la vida ha de teneros gratitud,
pués llegan a vosotros afanosas
ilusiones, truncada en actitud
de ese asta de toro inoportuna,
mas recobráis el sueño en prontitud
y al hombre que al tener mala fortuna,
le permitís de nuevo su ilusión
que con él tenía desde su cuna.
Os ennoblece el arte en bendición
y con paciencia hicisteis cual ventura,
que unida vuestra ciencia a la afición
hacéis del sentimiento una cultura
en la forma de vivir, saber y estar.
La vida os pagará desde altura,
que no le es fácil al hombre el abonar
el valor que va en vuestra factura,
sólo Dios la tasará y os va a pagar.
Una vez más os alabo la postura,
mil gracias por hacer lo que más vale,
salvar a un ser humano en su aventura
recogido de la arena según sale
el cuerpo perdido en su flaqueza
del torero que muere y reinstale
vuestra mano doctorada en la pureza,
y sanando al dolor que da la herida
hacéis lo que tiene más grandeza
dar de nuevo a un ser vigor y vida.