REFLEXIONES DE UN CIRUJANO TAURINO CON OTRO CIRUJANO TAURINO … O lo que es lo mismo REFLEXIONES DE UN HIJO CON UN PADRE
Querido papá, en plena vorágine taurina, durante esos días en los que, años atrás y durante muchas temporadas, tu perdías horas de sueño y estabas lejos de casa atendiendo Enfermerías de Plazas de Toros modestas de cuyos nombres ya no me acuerdo y en las que operabas, salvabas vidas o curabas heridas brutales, a toreros y mozos cuyos nombres se han perdido en la memoria de los años, me encuentro yo ahora, sin tu capacidad de entrega y trabajo, desde luego… pero haciendo lo que puedo con mi gente, con mi equipo, que siguen siendo tu gente, que siguen siendo tu equipo… Quiero decirte que me encuentro anímicamente muy triste y físicamente muy cansado…
Los toros, papá, siguen hiriendo mucho. Da igual que sea en Plazas de Toros de renombre que en los pueblos, donde tu impusiste tus criterios y hoy parece que lo han olvidado; los toros matan a pobres paisanos a cornadas; los toros pegan cornadas horribles a toreros en los pueblos y los toros abren la barriga a figuras consagradas; en los encierros raro es el día en el que no tenemos que ponernos los guantes….
Y yo no tengo con quien compartir las angustias, las penas, la desazón que todo esto me provoca… Tú, al menos, me tenías a mí, aunque fuera para echarme una bronca…
Porque lo peor de todo es la incertidumbre que tengo, lo que me apena el alma, el espíritu y la VOCACION de cirujano taurino que tú me inculcaste son las dudas que se me vienen por si se pudo hacer algo más por la pobre gente que ha muerto en estos días, en este año… Ya son diez personas las que han fallecido. ¿Que si se pudo hacer más? Seguro que sí, empezando por legislar y hacer cumplir la normativa que la asistencia sanitaria a los festejos taurinos exigen en el siglo XXI… Si supieras con que Reglamentos, ahora, se regulan estos en algunas Comunidades…! En el año 2.015! Y decían los políticos responsables autonómicos que lo iban a mejorar…
Y también, ahora, siguen acudiendo a las enfermerías de las plazas de pueblo personal sanitario ayuno de preparación, profesionalidad y ética… Y eso, papá, me desanima enormemente. Y eso me hace plantearme si merece la pena nuestra dedicación, si merece la pena nuestra lucha porque todas las Enfermerías, de todas las plazas, estuvieran atendidas como se merecen cuantos resultan cogidos y heridos por los toros.
Eso sí, ahora salimos en los periódicos, en la revistas del corazón, en todas las televisiones, en internet (bueno de esto tu sabrías poco)…. Pero solo cuando asoma la tragedia en la Plaza. Aunque siempre hay opiniones y atenciones muy respetables y sinceras… pero nadie, o al menos, unos pocos, se preocupan de verdad por mejorar la asistencia médica a las plazas de toros… Y, te repito, de organismos legisladores, nada de nada, pero yo, te lo prometo, voy a seguir intentándolo.
Otra cosa. Ayer acabaron las corridas de toros en Cenicientos, ese pueblo al que tanto querías y en el que durante tantos años fuiste el cirujano de su plaza, pues bien hasta Cenicientos ha cambiado…. Ayer lo pasé muy mal, no tanto por lo durísima y peligrosa que fue la corrida de Saltillo sino porque ya quedan cada vez menos aficionados de verdad en sus tendidos… Ayer la tomaron con los toreros, entre ellos con Serafín Marín, injustamente, me parece a mí, pues como pudieron, como le dejaron varios de los peligrosísimos toros que salieron, mataron la corrida JUGÁNDOSE LA VIDA… Papá hasta Cenicientos está desconocido. Y también esto me apena.
Pero, bueno, no todo lo que pasa en estos días es desalentador… Hoy he recordado las palabras, cuando ha acudido al quirófano de la plaza la madre del muchacho que operé ayer, de tu gran amigo Jorge Olsina nos dijo siendo Presidente de la Sociedad Española de Cirugía Taurina: tu eres “el novillero” con más futuro en la cirugía taurina… Y hoy, ya ves, me tildan de Maestro ilustres cirujanos taurinos, amigos y compañeros… Cuando yo lo único que he hecho es continuar tu filosofía de trabajo en las Enfermerías.
Bueno, papá, ya quiero terminar… Me han servido de consuelo estas palabras contigo, lo necesitaba.. Y las quiero aprovechar para decirte algo que nunca te dije y que hoy, en medio de esta vorágine de noticias malísimas y desalentadoras, quiero decir: tú has sido el cirujano taurino más grande que ha existido, desde luego para mí…. Aunque solo sea por dos motivos: primero porque salvaste muchas vidas y curaste heridas tremendas en enfermerías de plazas de toros donde, hasta entonces, muchos percances eran sinónimo de tragedia y segundo porque fuistes capaz de inculcarnos una doctrina en cirugía taurina que ha supuesto que este Equipo Crespo llegara hasta donde ha podido
Bueno, padre, aquí seguimos, en el camino, recordándote entre todos cuando aparece el drama en la plaza. Tú sigue ayudándonos. Que nos hace falta. Que lo necesitamos. Me hubiera gustado poder expresar mejor todos los sentimientos de los últimos días pero, la verdad, no sé… Aunque seguro que tú me entiendes….
De Enrique Crespo Rubio (hijo), a Antonio Crespo-Neches (padre).
Comentario
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Querido Enrique, enternecedora y muy entrañable carta a tu inmenso padre, maestro de cirujanos taurinos y auténtico héroe – no me canso de pregonarlo- como sois los que prestáis atenciones en los festejos populares. Sin embargo las cornadas que, por cierto machaconamente, se repiten en la televisión por sensacionalismo y tendenciosamente creo por el ambiente antitaurino que nos invade….son mortales de necesidad. Por tres motivos fundamentales: Primero los animales en general son verdaderos toros muchas veces en puntas aptos para plazas de primera y probablemente con «conocimientos» criminales aprendidos en otras «comparecencias» en esa variante tan peligrosa de la Tauromaquia, de la que forma parte y tradición ancestral. Segundo cuando alcanzan a la víctima se ensañan a cornadas múltiples hasta dejarlo muerto o muy malherido. Imposible hacerles un quite salvador a cuerpo limpio o con un capotillo en manos de no profesionales. Si alguien lo intenta, en general, corre la misma suerte y entonces hay dos victimas graves o fallecidas. Tercero: Los «valientes actuantes» en los juegos con los toros suelen estar «euforizados» por un atrevimiento inconsciente y a veces por bebidas espirituosas, con poca atención y habilidad, escasa forma física y avanzada edad….Estas situaciones reales deberían descargarte algo de tu pena – por otro lado muy comprensible- porque en vuestro grupo el problema no es una dotación médica insuficiente ó no preparada, ya que sois precisamente lo contrario, como en el caso de tantos equipos que conozco. La solución si es que la legislación evite precisamente esas circunstancias, que son muy evitables. No me extenderé en cómo porque eso sería otro artículo. Un fuerte abrazo, con mi afecto y admiración de siempre . Dr. Enrique Sierra. Cirujano -Jefe de la Monumental de Barcelona (2006-2011).