Esta publicación se escribió horas antes de recibir la terrible noticia del fallecimiento esta mañana del recortador Juan Carlos Otero durante un encierro en La Parrilla…
Sea todo nuestro sentimiento y consuelo para la familia y amigos del chaval. Que Dios te haya recibido como se merece un valiente. Descansa en paz.
El pasado viernes 3 de junio, durante el XXXIV Congreso Nacional celebrado en Úbeda-Baeza y en el curso de la XXXX Asamblea de la SOCIEDAD ESPAÑOLA DE CIRUGÍA TAURINA (SECT), quedó constituida la nueva JUNTA DIRECTIVA de dicha Sociedad, resultando, como Presidente Pascual González-Masegosa, Secretario Enrique Crespo Rubio, Vicesecretario Octavio Mulet Zayas, Tesorero Ricardo Iglesias Delgado, y Contador Elsa Jiménez Vicente; como Vicepresidentes de zona Miguel Corcóstegui Pardo, Rafael Fuentes Martos, Antonio Mateo Gutiérrez, Pilar Val-Carreres Rivera, Jesús Cuesta García y Eduardo Hevia Sierra.
No habían pasado muchos minutos cuando empezamos a plantearnos preocupaciones, trabajo y objetivos. Y como nuevo Secretario, aunque a título personal, quiero hacer público parte de ello y compartirlo con todas las asociaciones interesadas del espacio taurino: Federaciones de Aficionados, Unión de Toreros, Unión de Picadores y Banderilleros, Mozos de Espada, Organizadores de Espectáculos Taurinos, Empresarios Taurinos, Escuelas Taurinas, Recortadores, Corredores de Encierros …. Y con los Organismos Oficiales que amparan los festejos taurinos, profesionales y populares, en España. Con todos ellos, por cierto, queremos reunirnos al finalizar esta temporada.
Algo tenemos claro todos los integrantes de la Junta de la SECT: debemos revitalizar la cirugía taurina pues cada año observamos, con honda preocupación, como se consienten –a veces permitidas por la insuficiente legislación autonómica de festejos populares- deficiencias en la asistencia sanitaria a los festejos taurinos de gran parte de nuestra geografía, fundamentalmente en las mal llamadas plazas de pueblo.
La responsabilidad no es única. Empezando por los propios médicos que llevamos mucho tiempo dedicándonos a ello, pues no hemos podido o sabido inculcar, transmitir, a los jóvenes nuestro entusiasmo, nuestra entrega, a la cirugía taurina. De ahí, y me duele decirlo, que la cuarta parte de todos los miembros de la SECT actualmente son jubilados; y que el número de miembros activos no solo no aumenta sino que ha disminuido en los últimos años. Hasta el punto que, de seguir esta progresión, en 5 años más de la mitad de los cirujanos y anestesistas de las principales plazas de España, se habrán jubilado.
Y aunque lo seguimos intentando, y en parte algunos lo hemos conseguido, resulta cada vez más difícil integrar a los médicos y ATS nóveles en los Equipos Médicos de Plazas de Toros. Las razones, también en este punto, son varias. Para nosotros, los “veteranos” de la cirugía taurina, la principal razón es que ejercerla con dedicación y honestidad –es decir, continuar la filosofía y trabajo de los grandes maestros de la cirugía taurina- no es nada fácil por mucho que se oiga y diga; exige mucho sacrificio, mucha vocación, mucha responsabilidad, bien que lo sé yo… Y eso, cuando se trata de las plazas de toros modestas, se hace duro pues la recompensa casi nunca llega.
He aquí uno de los objetivos que nos hemos señalado desde la SECT para los próximos años: acercar a los burladeros de Médicos a los jóvenes (cirujanos, anestesistas, intensivistas, ATS) para que algún día puedan relevarnos a quienes los ocupamos ahora. Si lo conseguimos estaremos enseñándoles y adiestrándoles en el manejo de las heridas por asta de toro de una forma práctica, a pie de obra, en la Enfermería que es como se asimilan realmente los conceptos de la cirugía taurina. Pero también vamos a orientarlos de una forma empírica, teórica, a través de Cursos y Simposios en aquellas Autonomías donde los festejos taurinos populares proliferan. Ambos empeños no serán sencillos y, desde luego, por si sola la SECT no podrá conseguirlo, de ahí que necesitemos la colaboración de las entidades oficiales y de las asociaciones profesionales taurinas, así como de los aficionados al toro en la calle, para lograrlo.
Otro propósito, planteado a corto plazo, de la nueva Junta Directiva, es adecuar, actualizar, diversas Reglamentaciones Autonómicas de Festejos Populares, en lo que respecta a la asistencia sanitaria, pues existen muchas, y graves, deficiencias que en el siglo XXI son inaceptables y en la que se amparan los responsables cuando irrumpe la tragedia. Y aunque ya se ha logrado que varias Autonomías (Madrid, Castilla La Mancha, Andalucía) dispongan de Reglamentos acordes a la realidad asistencial que demandan los festejos populares queda mucho por modificar en otros (Castilla-León, Extremadura, Aragón, Levante). No debemos olvidar lo sucedido el pasado año pues la vida de 17 personas fallecidas a causa de cogidas en festejos taurinos populares debe hacernos reflexionar a TODOS.
Hay otra problemática muy grave: el incumplimiento de los requisitos sanitarios exigidos en la Reglamentación Taurina Estatal. En esta si están palmariamente establecidos y son perfectamente conformes y asumibles por quienes constituimos la única asociación médica española de Cirugía Taurina. Sin entrar en detalles, todo festejo taurino con profesionales del torero, debe disponer una Enfermería o Quirófano Móvil, un Equipo Médico y unos Vehículos de Transporte Sanitario (UVI móvil) y la conformación de cada elemento está perfectamente determinada en ese Reglamento. Lo que hace falta es cumplirlo y en eso tienen que esmerarse no solo los delegados gubernativos sino también quienes pueden necesitarlo, los toreros. Son estos quienes deben ayudarnos a combatir las ilegalidades que a diario se producen en la dotación sanitaria de tantas plazas de toros; entre todos debemos acabar con el intrusismo creciente, con la irrupción de un personal médico no cualificado académicamente y ayuno de compromiso ético, como desde hace años denuncia la SECT.
Durante su extraordinaria conferencia en el reciente Congreso Internacional de Cirugía Taurina, el maestro Enrique Ponce lo dejó meridianamente expuesto: “En este aspecto tenemos que seguir en la lucha por reivindicar que las enfermerías estén adecuadas y les puedan ofrecer a ustedes los medios necesarios para que realicen su trabajo, porque, sino, aquí no hacemos nada, no sirven para nada todos los avances y experiencias que ustedes se comuniquen, unos a otros, en estos congresos, si cuando tienen que ponerlos en práctica nos encontramos con la frustración de ver enfermerías viejas, sucias, sin instrumental, sin condiciones higiénicas, en algunas ocasiones cerradas y sin que nadie sepa dónde están las llaves, al final, hay que poner una UVI móvil y al hospital más cercano. Reclamemos estas circunstancias por el bien de todos, para poder decir que disfrutamos de un espectáculo moderno, actualizado”
Estas son algunas, bajo mi parecer, de las inquietudes y algunos de los propósitos contraídos, pero hay más, muchos más, que nos planteamos para continuar aquello que desde hace años han hecho las anteriores Juntas Directivas de la SECT.
Nuestra entrega a la Cirugía Taurina no solo debe limitarse al trabajo en las Enfermerías de las Plazas de Toros. Nuestra vocación de “cirujano taurino” nos exige mucho más. La situación real de la asistencia médico-taurina en muchas plazas de España es preocupante, incluso, alarmista -aunque actualmente la cirugía taurina, y eso es lo más desolador, ha alcanzado unas cotas de conocimiento y aplicación extraordinarias- de ahí que nuestros retos sean mayúsculos y problemáticos pero también ilusionantes y para eso ya hemos conseguido algo: involucrar a jóvenes con ánimo de hacerlo a nuestro lado.
Mi padre me dijo una vez que para ser buen cirujano taurino, al igual que para ser buen cristiano, hay que ejercerlo todos los días, no solo en la Enfermería, no solo en la iglesia… Y en eso seguimos, en eso estamos.
Enrique Crespo